El tratamiento es seguro, cómodo y de rápida aplicación, ideal para quienes desean rejuvenecer su apariencia sin someterse a procedimientos invasivos. Entre sus beneficios destacan una piel más lisa y uniforme, la desaparición o disminución de las arrugas de la frente, entrecejo y patas de gallo, y una expresión más relajada y fresca. Además, la toxina botulínica no solo trata las arrugas existentes, sino que también previene la aparición de nuevas líneas.
En DeCastro ofrecemos tratamientos personalizados, diseñados para resaltar la belleza natural de cada paciente sin alterar sus rasgos únicos. Cada tratamiento se inicia con una consulta de diagnóstico, donde nuestro equipo médico, altamente capacitado, evalúa y recomienda la mejor opción para lograr resultados seguros y satisfactorios.